UNA PIEDRA EN EL CAMINO...ok, pero quítala de ahí /
“Estaba
un día Diógenes plantado en la esquina de una calle y riendo como un loco.
<¿De
qué te ríes?>, le preguntó un transeúnte.
<¿Ves
esa pequeña piedra que hay en medio de la calle? Desde que llegué aquí esta
mañana, diez personas han tropezado en ella y han maldecido, pero ninguna de
ellas se ha tomado la molestia de retirarla para que no tropezaran otros>."
Esta historia
me recuerda aquella canción mexicana que dice: “una piedra del camino me enseñó
que mi destino era rodar y rodar…” y eso es cierto, pues es posible que más de
una piedra nos haya hecho rodar, pero la piedra que me hizo rodar a mí, no
tiene por qué hacer rodar a otros.
Allí es donde
debería entrar la solidaridad humana, el deseo de ayudar a otros y hacer lo
posible para que mi prójimo no cometa el mismo error o evite al máximo un potencial
sufrimiento.
Es triste, y
aunque esta historia no lo dice, hay quienes no solo no quitan la piedra, si no
después de tropezarse, se quedan mirando a ver quien más lo hace.
Que Dios hoy
nos ayude a quitar piedras del camino, ayudando así a quien viene a tu lado o detrás
de ti, pero al mismo tiempo evitando
nosotros esas mismas piedras, en otras palabras, que hoy sea un día de no
tropezar y de ayudar a otros a que no lo hagan.
Tu amigo,
Daniel Cabezas C.
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