#LOQUELABIBLIADICE ACERCA DEL AMOR
“Si lo que buscamos es una definición de amor, no deberíamos buscarla en un diccionario, sino en el calvario”.
John Stott
Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y
arrepiéntete.
Con Cristo he sido
juntamente crucificado; y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que
ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios quien me amó
y se entregó a sí mismo por mí.
Gálatas 2:20
Yo amo
al
porque él escucha mi voz suplicante.
Por cuanto él inclina a mí su oído,
lo invocaré toda mi vida.
porque él escucha mi voz suplicante.
Por cuanto él inclina a mí su oído,
lo invocaré toda mi vida.
Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios
nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
Y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó
y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios.
Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los
he amado. Juan 15:12
Tú, Señor, eres bueno y perdonador;
grande es tu amor por todos los que te invocan.
grande es tu amor por todos los que te invocan.
Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso, y
esmérate en seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia y la humildad.
Sobre todo, ámense
los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre multitud de pecados.
Sino que el amor
perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido
perfeccionado en el amor.
Sin embargo, como está escrito:
«Ningún ojo ha visto,
ningún oído ha escuchado,
ninguna mente humana ha concebido
lo que Dios ha preparado para quienes lo aman.»
«Ningún ojo ha visto,
ningún oído ha escuchado,
ninguna mente humana ha concebido
lo que Dios ha preparado para quienes lo aman.»
Sigan amándose
unos a otros fraternalmente. No se olviden de practicar la hospitalidad, pues
gracias a ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
Siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes
unos con otros en amor.
Si ustedes me aman,
obedecerán mis mandamientos.
Si tengo el don de profecía y entiendo todos los
misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar
montañas, pero me falta el amor, no
soy nada. 1 Corintios
13:2
Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si
entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso.
Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no
tengo amor, no soy más que un metal
que resuena o un platillo que hace ruido.
Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que
no ama a su hermano, a quien ha
visto, no puede amar a Dios, a quien
no ha visto.
Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros.
Que reciban misericordia, paz y amor en abundancia.
Que nunca te abandonen el amor y la verdad:
llévalos siempre alrededor de tu cuello
y escríbelos en el libro de tu corazón.
Contarás con el favor de Dios
y tendrás buena fama entre la gente.
llévalos siempre alrededor de tu cuello
y escríbelos en el libro de tu corazón.
Contarás con el favor de Dios
y tendrás buena fama entre la gente.
Que nadie te menosprecie por ser joven. Al
contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de
hablar, en la conducta, y en amor,
fe y pureza.
Que el Señor los lleve a amar como Dios ama, y a perseverar como Cristo perseveró.
Que el Señor los haga crecer para que se amen más y más unos a otros, y a todos,
tal como nosotros los amamos a
ustedes.
Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la
vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los
poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá
apartarnos del amor que Dios nos ha
manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez,
sino de poder, de amor y de dominio
propio.
Porque los mandamientos que dicen: «No cometas
adulterio», «No mates», «No robes», «No codicies», y todos los demás
mandamientos, se resumen en este precepto: «Ama a tu prójimo como a ti mismo.»
Por la mañana hazme saber de tu gran amor,
porque en ti he puesto mi confianza.
Señálame el camino que debo seguir,
porque a ti elevo mi alma.
porque en ti he puesto mi confianza.
Señálame el camino que debo seguir,
porque a ti elevo mi alma.
Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran
amor por nosotros, nos dio vida con
Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido
salvados!
Nosotros amamos
a Dios porque él nos amó primero.
No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la
de amarse unos a otros. De hecho,
quien ama al prójimo ha cumplido la
ley.
No bien decía: «Mis pies resbalan»,
cuando ya tu amor, Señor, venía en mi ayuda.
cuando ya tu amor, Señor, venía en mi ayuda.
No amen
al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor
del Padre.
No alimentes odios secretos contra tu hermano, sino
reprende con franqueza a tu prójimo para que no sufras las consecuencias de su
pecado. No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo
soy el Señor.
Nadie tiene amor
más grande que el dar la vida por sus amigos.
Nadie ha visto jamás a Dios, pero si nos amamos los unos a los otros, Dios
permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente.
Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como
aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.
Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder
que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de
su ser, para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados
y cimentados en amor.
Le contestó Jesús: —El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra
vivienda en él.
Hijo mío, no desprecies la disciplina del Señor,
ni te ofendas por sus reprensiones.
Porque el Señor disciplina a los que ama,
como corrige un padre a su hijo querido.
ni te ofendas por sus reprensiones.
Porque el Señor disciplina a los que ama,
como corrige un padre a su hijo querido.
Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios por
ustedes, como es justo, porque su fe se acrecienta cada vez más, y en cada uno
de ustedes sigue abundando el amor
hacia los otros.
Hagan todo con amor.
Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo
los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros.
Éste es el mensaje que han oído desde el principio:
que nos amemos los unos a los otros.
Ésta es la oración al Dios de mi vida:
que de día el Señor mande su amor,
y de noche su canto me acompañe.
que de día el Señor mande su amor,
y de noche su canto me acompañe.
Esposos, amen
a sus esposas, así como Cristo amó a
la iglesia y se entregó por ella para hacerla santa. Él la purificó, lavándola
con agua mediante la palabra.
Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único
Señor. Ama al Señor tu Dios con todo
tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por
el perdón de nuestros pecados.
En efecto,
«el que quiera amar la vida
y gozar de días felices,
que refrene su lengua de hablar el mal
y sus labios de proferir engaños;
que se aparte del mal y haga el bien;
que busque la paz y la siga.»
«el que quiera amar la vida
y gozar de días felices,
que refrene su lengua de hablar el mal
y sus labios de proferir engaños;
que se aparte del mal y haga el bien;
que busque la paz y la siga.»
El Señor es clemente y compasivo,
lento para la ira y grande en amor.
lento para la ira y grande en amor.
El Señor ama
la justicia y el derecho;
llena está la tierra de su amor.
llena está la tierra de su amor.
El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” No hay otro mandamiento más
importante que éstos.
El que va tras la justicia y el amor
halla vida, prosperidad y honra.
halla vida, prosperidad y honra.
El que no ama
no conoce a Dios, porque Dios es amor.
El odio es motivo de disensiones,
pero el amor cubre todas las faltas.
pero el amor cubre todas las faltas.
El gran amor
del Señor nunca se acaba,
y su compasión jamás se agota.
Cada mañana se renuevan sus bondades;
¡muy grande es su fidelidad!
y su compasión jamás se agota.
Cada mañana se renuevan sus bondades;
¡muy grande es su fidelidad!
El amor
no perjudica al prójimo. Así que el amor
es el cumplimiento de la ley.
El amor
es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.
No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda
rencor.
El amor
debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien.
De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si
se aman los unos a los otros.
Como respuesta el hombre citó: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu
corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente”, y: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.”
Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para
que vivamos por medio de él. 1 Juan 4:9
Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose
y honrándose mutuamente.
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu
alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe,
la esperanza y el amor. Pero la más
excelente de ellas es el amor.
La gracia sea con todos
los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor incorruptible.
Efesios 6:24
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las
cosas para el bien de quienes lo aman,
los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.
A cambio de ti entregaré hombres;
¡a cambio de tu vida entregaré pueblos!
Porque te amo y eres ante mis ojos
precioso y digno de honra.
¡a cambio de tu vida entregaré pueblos!
Porque te amo y eres ante mis ojos
precioso y digno de honra.
¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el
hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia?
¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré
y me manifestaré a él.
¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho,
y dejar de amar al hijo que ha dado a luz?
Aun cuando ella lo olvidara,
¡yo no te olvidaré!
Grabada te llevo en las palmas de mis manos;
tus muros siempre los tengo presentes.
y dejar de amar al hijo que ha dado a luz?
Aun cuando ella lo olvidara,
¡yo no te olvidaré!
Grabada te llevo en las palmas de mis manos;
tus muros siempre los tengo presentes.
¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo
somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él.
Porque el amor
de Cristo nos impulsa, considerando esto: que uno murió por todos; por
consiguiente, todos murieron.
2 Corintios 5:14
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