PERDONAR NO ES UNA OPCIÓN, ES LA ÚNICA SOLUCIÓN.
Poder cambiar el futuro, es un anhelo que muchas personas guardan en su corazón, poder tener la capacidad de controlar el porvenir y el mañana.
Hace días leí una frase interesante que tiene que ver con la posibilidad cierta de influir en algunos eventos venideros:
Bernard Meltzer
Si alguna vez te has roto un hueso, o h erido de alguna forma, sabes el dolor que se siente y el deseo intenso de poder calmarlo e iniciar lo antes posible el proceso de sanación ya sea con calmantes, vendas, antibióticos o lo que corresponda.
Algo muy importante en la fase de curación es el cuidar la herida, protegerla de infecciones o posibles lastimaduras que vayan a empeorar la situación.
Cuando alguna persona que con o sin intensión nos lastima, dejando en el camino dolor, frustración o inseguridad, se abre en algún lugar de nuestro corazón una herida grande y profunda la que a su vez produce ira, rabia y deseos de venganza.
Al ser humano no le gusta sufrir, pero lo cierto es que al ir caminando y sin buscarlo nos podemos tropezar y así doblarnos un tobillo, o también sin buscarlo alguien amado y querido nos puede defraudar y lastimar algún hueso, músculo o cartílago emocional.
Pero en ambos casos, en ambas heridas debemos preocuparnos por iniciar el proceso de sanidad lo antes posible, en el primero buscar al médico y en el segundo aplicar la medicina mas eficaz para esos casos: el perdón.
Cuando el perdón no se aplica, no es el causante quien sufre o quien se ve afectado, cuando no hay perdón es la herida la que queda abierta, expuesta a seguir creciendo y añadiendo dolor sobre dolor.
En estos casos el perdón no es una opción, es la única solución, perdonar es liberarse, es dejar de cargar el lastre de la ira, rabia y dolor.
Yo si creo que perdonando se puede cambiar el futuro, el futuro de esa magulladura que arrugó y lastimó el corazón, si se perdona hoy, mañana se estará mas liviano y la paz ocupará el lugar de la amargura.
Cómo perdonar? Ese será el tema de un próximo artículo, pero lo que si te puedo decir ahora es que el primer paso que se necesita para que el perdón sea una realidad, es reconocer la necesidad de hacerlo.
“El que perdona la ofensa cultiva el amor…”
Proverbios 17:9
Tu amigo, Daniel Cabezas
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