Acerca de Pianos y Fe


Hace algunos días, sentados en la sala de mi apartamento, hablaba con Yessica, mi hija mayor, y me contaba una historia que había leído en Facebook, sobre un músico ciego que estaba fascinado con una melodía que escuchaba en cierta obra musical, era una pieza tocada magistralmente en piano y él como pianista se sentía muy atraído por este tema, por lo que decidió aprenderlo para  también poder tocarlo.
 Asistió todas las veces que pudo  al teatro y de esta manera al escuchar la pieza la  fue grabando  en su mente cada vez con más exactitud y precisión y al llegar a casa se sentaba en su piano para ir tocando lo aprendido. No fue una tarea fácil, era una pieza extremadamente difícil, pero al cabo de un tiempo, después de mucha práctica y esfuerzo,  logro tocar la pieza de principio a fin de forma idéntica a la original.
Emocionado invitó a su casa a un grupo de  amigos, entre los cuales había varios  músicos, les quería demostrar con gran alegría el logro alcanzado, después de terminar su presentación el asombro de la audiencia fue mucho mayor  de lo que el artista  esperaba, pues quienes habían ido a ver la obra musical donde se tocaba esa pieza, sabían que no era un solo piano, sino dos pianos  los que  juntos ejecutaban tan magnífica obra.
Por lo que surge la pregunta, ¿Si este músico hubiera visto o sabido que eran dos pianos y no uno, los que se tocaban en esta pieza, habría podido interpretarla o siquiera se habría atrevido a tratar de aprenderla?
No sé si la historia es verdadera o inventada, lo que sí sé es que encierra una gran lección.

Pues cuántas veces han sido nuestros ojos, los que nos han dicho si podemos o no lograr el objetivo deseado? Cuántas veces nuestra vista es la que fabrica la barrera que corta el camino al éxito?

Oír, no ver
Los que creemos en Dios, sabemos claramente que para avanzar en nuestra vida necesitamos estar llenos de fe, fe en el poder del Creador que nos anima y da las herramientas para continuar adelante en nuestra vida, y también sabemos que la fe viene  por el oír  la palabra de Dios. Nota que es el oído y no la vista el  que debe marcar el rumbo y el paso en nuestra experiencia de crecimiento y mejoramiento diario.

Pero la realidad humana es algo totalmente diferente pues la realidad nos dice que es la vista; es lo que vemos, lo que generalmente nos enseña si podemos o no seguir adelante.
Si aquel músico hubiera visto los dos pianos sonando, se habría atrevido a realizar la hazaña que logró? No lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que se dejó llevar por lo que había oído, lo que había escuchado y se lanzó en esa aventura de desafío y crecimiento.
Hoy son muchos los obstáculos que nuestros ojos pueden ver: falta de dinero, demasiado joven o demasiado viejo, alguna enfermedad o impedimento físico, etc., puede que sean muy grandes y gruesas las paredes que debemos atravesar y si dejamos que sean los ojos los que nos digan si podemos o no avanzar, es posible que nos quedemos en el mismo sitio o inclusive retrocedamos.
La Biblia dice que Abraham caminó hacia una tierra que jamás había visto, por qué lo hizo? Porque Dios le habló.
La Biblia dice que Noé predico sobre cosas que jamás había sido vistas, por qué lo hizo? Porque Dios le habló.
Hoy, a  ti y a mí  Dios nos sigue hablando y nos sigue diciendo que sí se puede, nos recuerda que Él es poderoso y que nos desea ayudar. Él lo ha prometido y cumplirá.

Tu avance será determinado o por lo que tus ojos ven o por lo que tus oídos han escuchado acerca de las promesas de Dios. La decisión es tuya.

Dios te bendiga

Tu amigo, Daniel.

Comentarios

Entradas populares de este blog

UN MINUTO EN EL RELOJ DE DIOS

UNA MENTE CEÑIDA

A DIOS LE ENCANTA DAR SORPRESAS!!