UNA CRISIS DE VERDAD

Cuentan nuestros abuelos, que alguna vez en el pasado un trato se podía cerrar con un apretón de manos, siendo la palabra de un hombre garantía suficiente para realizar cualquier negocio. Tristemente hoy, historias como esas, son meramente anécdotas de un pasado lejano.

Digo tristemente, pues en la actualidad estamos viviendo una de las mayores crisis que alguna vez haya existido, y no hablo de crisis económica, política o social, me refiero a una crisis de verdad, o mejor dicho, una crisis de la verdad.

Cuantos de nosotros después de recibir un presupuesto sobre cualquier trabajo que necesitamos, salimos en búsqueda  una  segunda opinión?

O, cuanta gente hay desencantada de sus líderes políticos, sociales o religiosos, situación que se demuestra con urnas electorales casi vacías al igual que muchos templos e iglesias?

Lo cierto es que hoy cuesta mucho creer de forma automática  en  las personas que nos rodean, situación que termina afectando nuestra vida familiar, las  relaciones personales, laborales y sociales.

Básicamente son dos las causas que ocasionan esta crisis, una es la falta de honestidad que ha filtrado esta sociedad que nos ha tocado vivir, situación que aunque no se le puede atribuir  a todas las personas a nuestro alrededor,  si afecta nuestra percepción de la realidad; y por otro lado están  las luchas de “verdades” que circundan el globo; hay terroristas que realizan asesinatos  en nombre de su verdad, ha habido guerras por cada país querer defender su verdad.

Cierta vez un hombre muy rico y poderoso tuvo  frente a él a otro sumamente sabio y también con gran poder (aunque en una esfera diferente),  y aprovechó para preguntarle acerca de que era para él  la verdad, lamentablemente Poncio Pilato después de preguntar  no se quedó a escuchar le respuesta que Jesús le hubiera podido dar, quien en sus enseñanzas presentó  la verdad no tanto como una lista de conceptos, sino como una vivencia, diciendo de sí mismo que Él era la verdad.

Quiero decir con esto, que aunque  no podemos remediar la crisis de verdad que hoy existe, si podemos decidir ser veraces en nuestro actuar y vivir, y así poner una gotita de luz que alumbre la vida de alguien a nuestro alrededor. 

Caminemos en verdad.

Tu amigo, Daniel Cabezas C.