EL ABC DE UN HOGAR FELIZ

"Para el hombre, como para el pájaro, el mundo ofrece muchos sitios donde posarse, pero nidos solamente uno: su hogar."
Oliver Wendell Holmes


Desear que  el hogar sea un sitio de alegría y felicidad es un común denominador a la gran mayoría de los seres humanos, es el anhelo, el sueño, la meta y el ideal.

Creo que nadie se embarca en el proyecto de formar un hogar apostando al fracaso o derrota del mismo.
Pero...¿cuál es la receta para que esto se haga realidad?
No cabe duda que los ingredientes son muchos, y las variables y circunstancias también, pero a mi modo de ver hay tres elementos básicos que sencillamente no pueden faltar independientemente de todo lo demás.

Los propongo a manera de un  ABC básico, siendo una propuesta sencilla, clara y al punto.

Amor
Bendición
Comunicación

Amor
Es muy difícil (por no decir imposible), que exista un hogar feliz si en él no abunda el amor, y en este punto debo aclarar que  no me estoy refiriendo a ese tipo de amor barato, común, casi desechable que se consigue en cualquier esquina del mercado de la vida. No me refiero a ese amor que se ofrece y da a cambio de algo, a ese amor que se basa en el dinero, físico o complacencia.



El amor del que hablo, es aquél que traspasa el tiempo, lugares y escenarios, es ese amor que se crece en las dificultades, que aumenta con el paso de los años, me refiero a ese amor que enseña, que da, que comparte, que no se puede medir con cifras humanas, ese amor que mueve montañas, ese amor que perdona y es capaz de  levantar al ser amado cuando este ha caído. Ese amor que se respira en el aire, ese amor que contagia a todo el que se acerca, ese amor que abraza, ese amor que no se olvida.
Amor de esposos, amor de hijos, amor de padres, amor de hermanos, amor de familia, amor que trasforma. Amor que habla, amor que disciplina, amor que muestra y educa.
Dirás que soy un iluso o un soñador, y quizás lo soy, pero que alguien me diga que se puede encontrar la felicidad en el hogar sin amor sencillamente no lo puedo aceptar.

Bendición
Creo que el amor verdadero existe y que su origen no puede ser otro que Dios.

La Biblia nos dice que “Dios es Amor”, de tal manera que para que haya amor en casa debe estar presente Dios, y si Él está en casa, estarán también sus bendiciones.


La presencia del Señor bendice nuestro hogar, no olvides que fue Dios quién creó la familia, Él la instituyó, fue idea suya, por tal motivo por ser el “inventor” de la misma, Él es quién más y mejor  la conoce y por ende es la mejor ayuda que podemos tener.
La bendición de la presencia de Dios en el hogar es mejor regalo que podemos recibir, con su presencia vendrán añadidos el respeto, el perdón, la sabiduría, salud, vigor, etc.
Un hogar bendecido, es un hogar fuerte, un hogar que avanza, un hogar que es capaz de soportar cualquier tormenta que enfrente.

Comunicación
¿Cómo amar sin comunicarnos? ¿Cómo estar bien con Dios sin comunicarnos con Él? La felicidad de nuestro hogar dependerá muchísimo de la cantidad y calidad  de comunicación que tengamos en él. 
No cabe duda que saber comunicarse es un arte, el poder transmitir correctamente mis deseos y pensamientos, el poder captar y entender el mensaje que se nos envía, lograr llegar a acuerdos satisfactorios o inclusive saber seguir adelante aun cuando el acuerdo no se haya logrado, todo esto traerá la armonía que se necesita en casa.

No es sólo expresar con la boca lo que queremos decir, es lograr llegar al punto donde el entendimiento sea natural y el proceso sea siempre satisfactorio.
La buena comunicación, llena de sinceridad, confianza y respeto es un bien que siempre ayudará a que el hogar crezca y se fortalezca día a día.

Concluyendo

Es cierto que cada hogar es un universo en sí mismo, lleno de situaciones propias con características únicas que hacen que cada quién descubra su propio camino a la felicidad.

También es cierto que son muchos los elementos que ayudan a traer y mantener el felicidad en casa, pero estos muchos sin estos tres -Amor, Bendición y Comunicación-, es muy poco lo que pueden llegar a hacer.

Es bueno recordar que tanto el amor, las bendiciones de Dios y la buena comunicación son cosas que tenemos que buscar diariamente, debemos pedir al cielo por ellas, debemos aprender a vivir con ellas, debemos mantenerlas, alimentarlas y compartirlas para así seguir recibiendo aún más.

Si hemos fallado en alguno de estos tres elementos, no podemos darnos por vencidos, te animo que comiences pidiendo perdón a Dios si este fuera el caso y puedas con Su ayuda a hacer los arreglos necesarios para poner tu vida y casa en orden.

Dios te bendiga,

Tu amigo Daniel.

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