Y Dios me habló (… con voz de mujer)

Antes que me tildes de blasfemo, hereje o algo parecido 
te invito a emitir tu juicio después de leer todo el artículo.

No sé cuántas veces has sentido que sencillamente no sabes qué hacer con tu vida, le das vueltas a tu cabeza, ordenas tus pensamientos, vuelves a darle vueltas y los vuelves a ordenar, cuando finalmente crees que ya sabes lo que quieres, te das cuenta que no, que debes iniciar todo el proceso otra vez…, bueno así me sentía  a mis  17 años y en medio de ese “sube y baja”, y después de navegar por los mares de la duda e indecisión, al final de un largo día decidí hacer lo que debió ser el primer paso en ese laberinto de emociones… que hice? preguntarle a Dios que debía hacer con mi vida.

Por qué será que en muchas ocasiones dejamos a Dios como última opción? Bueno, ese sería tema para otro artículo.

El punto es, que le pregunté y me respondió, y al hacerlo lo hizo de forma clara, contundente y definitiva; y estando esa noche de rodillas, oí la voz de Dios quien me dijo sólo tres palabras, las cuales cambiaron toda mi vida: “Tú serás pastor” (no te olvides que oí una voz de mujer).
Pastor!? Yo?  Jamás me esperé esa respuesta, pero tenía la seguridad que Él me había hablado,  así  que tomé ese consejo y me fui por ese camino, siendo ésta una de las mejores y más importantes decisiones de toda mi vida.
Te preguntarás que por qué esa noche oí una voz de mujer, he aquí la explicación.
Luego de varios años sirviendo como pastor, me encontré un día con mi maestra de enseñanza primaria, una mujer maravillosa  que dejó en mi mente grandes lecciones y enseñanzas que jamás olvidé. Cuando me vio me abrazó emocionada y me dijo que ella sabía que esa debía ser mi vida y es más, me mencionó que en cierta ocasión al ir saliendo para el recreo, teniendo yo no más de 10 años, me detuvo  y mirándome a los ojos me dijo: “Tú serás pastor”, y allí por fin entendí porque había escuchado esa voz femenina cuando le pregunté a Dios, Él lo que hizo fue traer a mi memoria y a mi oído lo que ya me había dicho muchos años atrás a través de mi querida maestra Rebeca.
Que aprendí con esta experiencia?
Aprendí dos grandes lecciones. 
La primera, Dios siempre responde, Él nunca te dejará sin la brújula que necesitas para continuar tu camino, eso sí, debes preguntarle y estar dispuesto a hacer lo que te diga y la segunda enseñanza es que si te rodeas de personas buenas, de gente que te ama, de gente que ama a Dios, es mucho más fácil escuchar la voz celestial.
Así que si hay dudas y cosas que aclarar, ya sabes con quien debes hablar.

Tu amigo, Daniel.

Comentarios

  1. Que lindo mendaje éste que has escrito Pr Daniel Cabezas, un gran testimonio de fe y confianza en Dios..

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

UN MINUTO EN EL RELOJ DE DIOS

UNA MENTE CEÑIDA

A DIOS LE ENCANTA DAR SORPRESAS!!