Hay que ser padre...

Hay que ser padre para sentir una inyección en tu brazo aún cuando no eres tu el que la está recibiendo, 

Hay que ser padre para desear que seas tú el que reciba el bisturí en vez de tu ser amado, hay que ser padre para vivir en tu cuerpo y a la vez en dos cuerpos más.
Hay que ser padre para confiar plenamente en las manos de un Dios amoroso como jamás antes lo hiciste.
Hay que ser padre para aprender a ver a través de otros ojos, a oír con otros oídos, a sentir con otro corazón.
Hay que ser padre para orar como nunca antes, para poder reír otra vez como cuando eras un niño.
Hay que ser padre para aprender a jugar juegos que en tu niñez ni existían y usar palabras que alguien inventó cuando tu ya eras adulto.
Hay que ser padre para entender que tus zapatos no son los primeros que debes comprar, y que tu ropa es la última de la lista a la hora de buscar.
Hay que ser padre para mirar el mundo como un gran sembradío donde tu fruto irá a quedar.
Hay que ser padre para agradecer al cielo desde lo más profundo de tu alma y corazón que cada día tienes a quien con ojos iluminados te dice: te amo papá…
y… hay que ser padre para poder entender el sacrificio que Dios hizo al darnos a Su único Hijo como Salvador, y gracias a esa cruz poder algún día entregar al cielo la herencia que nos confió.

Tu amigo, Daniel